La gente padece menos frustraciones sexuales y muchas más frustraciones existenciales. Lo que a la gente le atormenta, lo que le urge de verdad, no es éste o aquel problema sexual, sino el problema del sentido de la vida.
—Víctor E. Frankl (en Paidós, 2014)
Cualquier situación de la vida es una pregunta… Vivir no es preguntar, sino responder
—Paidós (2014)
Paidós (2014) escribe así en la contraportada del libro de epígrafe:
Con una extraordinaria capacidad de percepción, Frankl pasó toda su existencia hablando de algo que, antes de él, parecía innecesario: explicar a los demás que la vida tiene un sentido, que ese sentido no es una imaginación nuestra, sino que realmente existe. Podemos, pues, aplicar a Frankl, la famosa frase de Goethe: «En el principio era el Sentido».
Y cada uno de nosotros, una y otra vez, algunos y algunas, a veces unos pocos, nos hemos formulado esa pregunta, en los diferentes tramos de la ruta de la vida. ¿Cierto? Escribo estos trazos, esta reflexión, en torno a la logoterapia, porque de años en años retorno a sus libros, los de y sobre Víctor E. Frankl, su creador, y a la búsqueda del sentido. En cuanto a la palabra logos —sabe el lector— que la palabra griega λóγος-lôgos, además de “inteligencia”, “pensamiento”, “la palabra en cuanto meditada, reflexionada o razonada”, es decir, “razonamiento”, “argumentación”, “habla” o “discurso”, también signa la noción de “sentido”. Antes de recoger algunos de los puntos centrales de la Logoterapia y en palabras del propio Frankl, al responder a una pregunta de ¿Cómo descubrió usted su propia teoría? (Kreuzer, 1980), Frankl respondió:
Creo que se podría decir que primero descubrí mi teoría para mí mismo. Se suele decir que cuando alguien funda un sistema psicoterapéutico, lo que hace, en resumidas cuentas, es relatar su propio historial patológico, dejar constancia escrita de él en ese sistema. […] Soy consciente de que, cuando empecé a madurar, tuve que luchar contra el sentimiento de que, al fin y al cabo, todo era un completo sinsentido. Aquella lucha acabó convirtiéndose en una determinación, y entonces desarrollé un antídoto contra el nihilismo. (Paidós, 2014, pp. 9-10)
Frankl llevó consigo los cimientos de la logoterapia “desde la pubertad”, como le responde al entrevistador/periodista austríaco Franz Kreuzer (1980). Algunos de los puntos centrales en la Logoterapia, la terapia que Frankl configuró y practicó, son la importancia de la relación terapéutica, el diálogo, la creatividad e intuición del terapeuta por encima de las técnicas y ser pionero en el uso de ciertas técnicas y recursos de gran relevancia para la psicoterapia contemporánea: diálogo socrático (mayéutica), derreflexión, intención paradójica, modificación de actitudes, importancia del sentido del humor en la práctica clínica, análisis existencial-biográfico, análisis existencial de los sueños, biblioterapia. Igualmente, destacó la importancia de la bioética, el verdadero compromiso humanista (más allá del pseudohumanismo o subhumanismo) y el respeto profundo a la dignidad del paciente, por su condición de persona, independientemente de la gravedad de su problemática física o psíquica (Credo Psiquiátrico). Además, junto a Rollo May (con quien comparte varios puntos en común), es sin duda el psicoterapeuta existencial de mayor relevancia e importancia de todos los tiempos y según Irvin Yalom: “El único que ha desarrollado un enfoque accesible y con técnicas propias”. Aunque su método no es estrictamente fenomenológico existencial, planteó las bases para el desarrollo de propuestas más modernas y coherentes, con una mirada relacional-existencial e integral de la persona humana, e indicó también que su enfoque “estaba abierto hacia su propia evolución”.[1]
Luego de sumergirnos otra vez en las ideas de Frankl, y también en destellos de su vida —pues hace (hizo) lo que dice—, a raíz de encontrar en las mesas de la librería Tertulia del Viejo San Juan el libro que trabajamos aquí, vienen a la mente, y asisten esta reflexión de quien escribe, las primeras lecturas de El hombre en busca del sentido (Man’s Search for Meaning, 1946) que sirven de guía y a veces de contrapeso al libro que hoy nos compete. ¿En qué medida puede ser relevante traer a Frankl en tiempos de septiembre del 2015 en Puerto Rico? ¿Cómo los fundamentos de la logoterapia, algunos de ellos arriba incluidos, son clave en la gesta terapéutica de estos momentos que vive el país? ¿Para qué sirve encontrar el sentido de la propia vida? ¿Qué implica esa búsqueda individual en la vida en comunidad? Y ¿Todos los seres humanos (no solamente “el hombre medio”) se formulan estas preguntas en algún momento de su vida?
Hasta el sinsentido literario (“literary nonsense”) en Alicia en el país de las maravillas (1865) de Lewis Carroll, podemos decir, se rastrea y analiza por lectores que no simplemente se conforman con la subversión del lenguaje en este texto, sino que se adentran en la búsqueda de sentido de ese sinsentido que aparece en las páginas y en cada una de las criaturas con las que se topa Alicia. Y el cuervo en el escritorio no es “raven” sino “nevar”, por ejemplo, y quien lo copia mal, como “never” “ruins the joke”. Agrega la página de Lauren Millikan[2], que incorpora también este segmento: “And Carroll’s genius for nonsense lies in the fact that we keep jumping for twelve chapters. There is just enough 'tolerable' and 'intolerable' nonsense that it keeps us engaged, enthralled, and entertained (Dunn 67).” En la página se añade este segmento en torno al acertijo: “The Riddle: The Hatter opened his eyes very wide on hearing this; but all he said was 'Why is a raven like a writing desk? Have you guessed the riddle yet?' the Hatter said, turning to Alice again.'No, I give it up,' Alice replied. 'What's the answer?' 'I haven't the slightest idea,' said the Hatter. 'Nor I,' said the March Hare.” Y a renglón seguido aparece este dato: “In response to hundreds of Alice fans writing to Carroll to learn the 'real' answer to the riddle, Carroll wrote: 'Because it can produce a few notes, though they are very flat; and it is nevar put with the wrong end in front!’ This, however, is merely an afterthought: the Riddle, as originally invented, had no answer at all (Huxley 21).”
Y agrega: “The 'nevar' of course is part of the joke (it’s 'raven' spelled backwards), but often is miscopied and 'corrected' to 'never,' ruining the joke.” Y al hablar del sinsentido, este segmento de la página virtual arriba incorporada ¿(des)ilustra?: “…Who would have thought that Nonsense could mean so much? Probably not Lewis Carroll. I believe he would argue that the point of nonsense is that it has no point at all.” ¿Y qué pasa en la vida de la persona en tiempos en que los sinsentidos (no literarios) aparecen a borbotones: virtuales e impresos, y diariamente se escuchan en ondas sonoras y en visuales? Este “ruido” ensordece y de vez en vez alguien escucha su propio pensamiento de que es tiempo de arreglar la casa, la individual (primero), y algunos buscan ese, su propio sentido, que propone la logoterapia.
Pensando en todas estas cosas, reflexionando en torno a la derreflexión, la intención paradójica, el diálogo, la creatividad e intuición de parte del terapeuta, análisis bibliográfico existenciales y otros puntos claves de la logoterapia, tal y como está hoy día, me topo en la investigación para esta reflexión con el anuncio de un congreso de logoterapia pautado del 1-4 de octubre de este año, y al leer lo publicado —comenzando por el título— me concentro en reflexionar en torno a las implicaciones de estos “cambios”. El título del congreso es Logoterapia más allá del sentido: nuevos aportes clínicos e integraciones desde Víctor Frankl (énfasis nuestro). Llama la atención lo que enuncian sus organizadores:
Este Congreso gira en torno al desarrollo del análisis existencial y logoterapia clínica del Dr. Viktor Emil Frankl (1905-1997) como una psicoterapia, así como su aporte a la Salud Mental, desde aplicaciones concretas en el ámbito clínico, de acuerdo a las exigencias de las psicoterapias contemporáneas, más allá de la mera repetición y reflexión antropológica-filosófica de los discursos sobre la vida del Dr. Viktor Frankl; su experiencia en los campos de concentración; la temática del sentido de la Vida; el vacío existencial y las situaciones límites (énfasis nuestro), para plantear cómo nuevos aportes concretos que puedan ser aplicados a la práctica de la psicoterapia contemporánea; y al abordaje efectivo de problemáticas y patologías médicas, psicológicas y existenciales comunes a la práctica clínica.
Algo inquieta y es que de un zarpazo se difumine la vida de Frankl, así como su noción de “situaciones límites” entre otras difuminaciones que este enunciado signa. Y así ocurre porque la noción de “situación límite”, quizás muy pronto, sea una noción relevante a los tiempos que vive la humanidad aquí y acullá, y quizás la búsqueda del sentido ante estas situaciones límites sea un acercamiento apropiado para la sanidad de quien la padece y para las propias comunidades. En el párrafo anterior se sugieren, asimismo, sustituciones con “nuevos aportes concretos”, pero los mismos no se mencionan. La logoterapia debe someterse “[…] a las exigencias de las psicoterapias contemporáneas…”.
El texto digital dice, además, que participarán 40 expositores provenientes de diversos países como Argentina, Austria, Brasil, Chile, Colombia, Italia, México, Perú y Uruguay, y se invita a los ponentes interesados en participar, a comunicarse vía e-mail[3] ¿Y cuál es el propósito de este congreso que parece, también, difuminar y sustituir? Dicen los organizadores: “Nuestro propósito es posicionar el ANÁLISIS EXISTENCIAL y LOGOTERAPIA de VIKTOR FRANKL (sic) como una psicoterapia clínica actualizada, integral y efectiva de orientación fenomenológica”. Y me parece que la clave de lectura se cifra en “actualizada”. Y los organizadores añaden que:
Buscamos también plantear la importancia de la apertura del análisis existencial y logoterapia hacia su propia evolución, diálogo e integración con otras escuelas psicoterapéuticas contemporáneas, haciéndose énfasis en que gran cantidad de los trabajos presentados incorporen aportes y recursos terapéuticos de otras escuelas psicodinámicas, cognitivas, sistémicas, humanísticas y existenciales.
La clave de lectura en este párrafo, me parece que resulta en “[…] integración con otras escuelas psicoterapéuticas contemporáneas”, y se hace un llamado a que se haga énfasis en los “[…] aportes y recursos terapéuticos de otras escuelas psicodinámicas, cognitivas, sistémicas, humanistas y existenciales”. Me interesa incorporar el número 5 de la lista de “puntos principales” del Congreso: “5. Pasar de ser una propuesta centrada en el sentido (énfasis nuestro), a ser una propuesta integral para el abordaje biopsicosocio-noético, donde el sentido es un tema importante, más no el único o más importante tema a ser abordado”. Y aquí me parece que se le lanza un dardo a la logoterapia tal y como la pensó, reflexionó y practicó Víctor E. Frankl, que se recoge en sus libros y que nos compete en este ejercicio En el principio era el sentido- Reflexiones en torno al ser humano.
Otros de los principales puntos a discutir y presentar durante este Congreso serán:
1. Ir de la vida de Frankl a las ideas de Frankl… y más allá de Frankl (énfasis nuestro), a los nuevos aportes de los discípulos y terapeutas contemporáneos de esta escuela, de manera coherente con el pensamiento y principios Frankleanos; 2. Ir del psicoanálisis del siglo XX a la psicología contemporánea del siglo XXI, con especial atención al diálogo con las neurociencias, psicoterapias cognitivas y psicología positiva; 3. Pasar de la comprensión antropológica del ser humano general a la comprensión existencial de la persona concreta; 4. Dejar de ser un complemento de la psicoterapia, para desarrollar una psicoterapia completa con validez clínica; 6. Pasar de una perspectiva individual hacia una perspectiva sistémica-interaccional en la práctica del análisis existencial y logoterapia clínica; 7. Ir del estilo cognitivo hacia un estilo fenomenológico-experiencial en el trabajo terapéutico concreto; 8. Pasar del uso de técnicas diversas a un abordaje principalmente relacional-dialogal; 9. Pasar de una logoterapia ortodoxa hacia una logoterapia abierta, tal como indicó Frankl en 1980 durante su conferencia en San Diego, California: “La logoterapia en vías de su degurificación”; 10. Empezar a construir las bases de una propuesta de psicoterapia integrativa desde Viktor Frankl, abierta a la cooperación y diálogo con otras escuelas de psicoterapia contemporáneas.
Los verbos “pasar”, “dejar de ser”, “ir” son los que inician cada uno de los enunciados de los “puntos principales a tratarse en el Congreso”, y tienen un sentido. ¿Cuál cree el lector que sea? Los organizadores también añaden que los trabajos del Congreso deberán tener, entre otras cosas: “énfasis clínico, práctico y aplicativo: no se presentarán trabajos biográficos (sobre Frankl), teóricos o filosóficos"; “estar enmarcados dentro de una orientación fenomenológica-existencial”; y “en la medida de lo posible, integrar aportes y recursos de otras escuelas terapéuticas”.
Para comunicarse con los organizadores del congreso pautado del 1-4 de octubre, los organizadores ofrecen los siguientes sitios: página web del congreso[4] y página web APAEL[5].
Si bien es cierto que procede siempre la relectura de los textos y la reflexión en torno a los planteamientos y principios de las teorías, también parecería ser cierto que las fundaciones y las matrices vitales de las teorías deben erigirse como pivotes para cualquier cambio o afinaciones que se trabajen. El sentido de la logoterapia de Víctor E. Frankl, es, podemos decir, la búsqueda del sentido en la vida, y ese periplo humano, esa gesta, esa fragua, ha asistido a los terapeutas de varios continentes, a ser coadjutores del mejoramiento de la vida de muchas personas. En palabras del propio Frankl: “Una persona que desconoce cuál es el sentido de su vida no sólo es infeliz, sino que es incapaz de vivir. Y no soy yo quien lo dice, son palabras textuales de Albert Einstein” (Paidós, 2014, p. 97). Quizás los asistentes al Congreso encuentren, o hayan encontrado una vez más, el sentido que tienen estas palabras de Frankl que se incorporan en el capítulo “¿Qué es la logoterapia?” (Paidós, 2014): “[…] Lo que entonces cuenta es, pues, la postura y la posición con que se detienen los avatares del destino en la vida. Por lo tanto, el hombre está autorizado y dispuesto hasta el último suspiro para conseguir y ganarle un sentido a esta vida” (p. 112).
Y la pujanza de estos tiempos que nos arropan, nos compele, a veces de manera bulliciosamente silente, a que retomemos la búsqueda de sentido en nuestras vidas y en las vidas de las comunidades en las cuales estamos insertos y de las decisiones de los líderes de un pueblo. Para ello, para discernir esa pujanza y hacernos las preguntas que debemos hacernos, la enseñanza primigenia de Víctor E. Frankl nos sirve de mucho: ha sido, es, y seguirá siendo una herramienta útil y generosa frente al vacío que siente la persona o una comunidad. Los organizadores del Congreso dicen que recibirían a los asistentes: “[…] con todo el corazón frankleano y humanista, para compartir grandes valores de gente valiosa que enriquezcan nuestra profesión y nuestra vida personal”.
Desde mi experiencia como estudiante de Frankl, cuyo trabajo conocí a finales de la década de los 70, y desde el torbellino de algunas movidas instancias de intensa búsqueda de sentido en y a mi vida, me parece sensato, y con mucho sentido, que guardemos en ese mismo corazón la vida y trabajo de este terapeuta que sigue llenando los espacios vacíos en las vidas de las gentes. Tiene sentido que así hagamos. Me parece que es cuestión de no hacer eco retintín de este enunciado de uno de los puntos principales del Congreso: “Ir de la vida de Frankl a las ideas de Frankl… y más allá de Frankl (énfasis nuestro) a los nuevos aportes de los discípulos y terapeutas contemporáneos de esta escuela, de manera coherente con el pensamiento y principios Frankleanos”. Quizás sea cuestión de sustituir ese “ir… más allá”[6], ¿por el “más acá” de la búsqueda del sentido para zafarse del vacío existencial? Quizás. El discípulo y representante de la logoterapia de Víctor Frankl en Puerto Rico es el Dr. Javier Estrada, quien al presente realiza “estudios particulares” sobre el tema y, estoy segura, muchos seguidores de la logoterapia esperarán esos estudios de quien ha disertado en torno al tema en múltiples ocasiones.
Notas:
[1] Según establece en el capítulo 1 “Viktor Emil Frankl. Aportes y Biografía” del libro virtual Logoterapia Hoy. Logoterapia más allá del Sentido. APAEL. R. Vecco.
[2] Lauren.Millikan@alumni.carleton.edu.
[4] http://www.congreso2014.logoterapia.pe.
[5] http://www.logoterapiaperu.org.
[6] allá: adv. l. Indica lugar lejano indeterminado. (Word Reference).
Lista de referencias:
Paidós. (2014). En el principio era el sin sentido - Reflexiones en torno al ser humano.
Kreuzer, F. (1980, 11 de enero). "Entrevista a Víctor Frankl”. En Paidós (2014), En el princiouo era el sin sentido - Reflexiones en torno al ser humano.
Lista de imágenes:
1-2 y 4. Fotos National Archives, Getty Images.
3. Sir John Tenniel, Alicia en el país de las Maravillas, 1865.