Divagando en un show de Skrillex

Autor

Skrillex en Puerto Rico

El que me conoce sabe que no me gusta ir a fiestas de música de los 80's o de artistas queda’os. Tengo mis razones de por qué no las disfruto siendo la más fuerte transgredir un postulado filosófico satanista laveyano conocido como el Erotic Crystallization Inertia. Básicamente, Anton LaVey escribió que, para preservarnos jóvenes, deberíamos rodearnos de memorabilia nostálgica de los años de nuestra respectiva juventud en vez de adaptar nuevas ideas o estilos de vida a nuestro presente pues eso sólo nos acerca a la vejez. No sé cómo fue que este señor dio con esa idea tan falta de lógica, a menos que hubiera existido algún deseo subjetivo que lo obligara a aferrarse al pasado, pero lo cierto es que para mí ha sido todo lo contrario.

Adaptarme al presente, fascinarme con las novedades que me sirvan para algo en la vida o que simplemente me apasione disfrutar ES lo que me mantiene joven, no llenar mi casa de basura vieja. Los objetos que adquiero para mí deberían ser atemporales y de éstos hay menos, el tiempo dictará qué es lo que pasó su riguroso examen. Comparada con la casa de una bio-mujer femenina, mi casa tiene pocas cosas. Para mí las dos cosas más valiosas en la vida son el tiempo y el espacio, pues siempre serán necesarios: tiempo para disfrutar nuestra vida y espacio para disfrutar de nuestros cuerpos. La basura a la que LaVey se refiere ni aparece en mi lista de las 10 cosas más importantes. Así que LaVey, papo, este dedo es pa’ti.

Por eso me tiré de cabeza a ver el show de Skrillex, pues pensé que sería la única oportunidad que tendría en vida pa’ verlo en vivo, quiero decir, mientras aún gozaba de la fama de estar en su momento, en la cúspide de su carrera. Recuerdo que, hace 20 años, traían espectáculos de artistas extranjeros de fama internacional, pero ya cuando no estaban en ná’, cuando ya no quedaba rastro de ellos en las listas de popularidad y, a esa hora, ¿pa’qué carajo verlos?

Para mí, como satanista, lo que importa es la grandeza del ahora, y cinco o diez años más tarde venir a tocar música que no está en ná’ no va a hacérmela pasar cabrón; imagínate, que te presentaras al show de un artista vintage a tocar música que te recuerda a los hijos de la gran puta que fueron los amantes pasados, con los que rompiste de mala manera o los que se murieron... Simplemente no la hace.

Bueno, no es lo mismo cuando se tiene pasión por cierta era –como yo la tengo con el disco y las negras setentonas–, pero eso no significa que me voy a imponer cristalizarme en el blaxploitation. Fuck you, LaVey: yo vo’a ver a Skrillex como regalo de Reyes, quienes no me trajeron a la jeva que pedí, pero me trajeron a este artista a la hora del 4 de enero de 2012 –la hora en que Skrillex estaba pega’o de popularidad– como premio de consolación, quizá por haber decidido coger pa’mí el pasto que se suponía le dejara a los camellos.

Para los que no saben quién es ese tipo de quién les hablo, Skrillex es un paquete de cosas, pero para los efectos digamos que es un DJ, uno que me llamó mucho la atención. Se dice de él que no comenzó su carrera siendo DJ, sino como compositor y vocalista de una banda de rock que no me apasiona escuchar porque es de las del tipo 'emo'.

Anton LaVey

Pero, antes de empezar a hablar del show de Skrillex y antes de que salgan los odiosos a odiar, tengo que decir que para mí ningún género musical me molesta en esencia, ni siquiera el reggaetón, pues hablamos de MÚSICA. Todos los géneros musicales tienen ejemplos buenos y malos, de ninguna manera voy a catalogar a un género musical como malo en esencia. Aunque, sí tengo que hacer una separación entre lo que es 'música' y lo que es 'decorado'.

La música es fundamentalmente matemática. Se compone de tempo, tonalidad y armonía. Un buen compositor arregla estos elementos creando una secuencia de sonidos que bien podría ser muy interesante o no, dependiendo de sus destrezas o de nuestro gusto. Ahora bien, y no me importa lo que los ignorantes opinen de esto: LAS LETRAS DE LAS CANCIONES NO SON MÚSICA. Son poesía y existen independientemente de la música compuesta. O sea, si a una melodía que lleva palabras se las remueven, la melodía todavía se podría tararear. Yo sé que un compositor musical es mediocre cuando le quito las letras de la canción a su música y me parece aburridísima.

 

Así que pido disculpas a los fanáticos del rock emo –¡cuyo fuerte es 'la letra de las canciones'...pffft!– antes de decirles que, lo siento mucho, pero el emo como música sin letras es aburridísimo, terrible. Y me parece que Skrillex habrá pensa’o lo mismo, :-p QUE LA MÚSICA NO LA HACE LA LETRA.

¿Es por eso que mucha gente se encabrona cuando escucha de este tipo? ¿Es por eso que no lo soportan? ¿Porque salió de un género musical cuyo fuerte es la letra –lo que para mí le resta importancia como 'género musical'– para destacarse en otro que es mayormente instrumental? Pues me vo’a tomar la libertad de decir que ustedes son unos envidiosos del pop de mierda que MTV nos metió mongo en 1983.

MTV es una de las peores cosas que le hubo de pasar a la música popular. MTV se encargó de mercadearnos de todo, menos calidad musical. MTV fue como el fast-food chain de la música. LA MÚSICA ES PA’ LOS OÍDOS, NO PA’ LOS OJOS, CABRONES. El fashion, los vídeos, los estilos de vida... nada de eso es música, eso es 'frosting'.

 

En los años 70's, cuando no había vídeos ni ná de esos ardides comerciales que tratan de venderte una imagen, la gente iba a los clubs a bailar. No iban a ver nenes y nenas lindas ostentar imágenes fashionistas de miles de dólares en un escenario, sino músicos de verdad que venían a tocar sus instrumentos, siendo la voz un instrumento también, y la gente ni tenía que mirarlos, cada cuál estaba en lo suyo –sacando la pareja, moviéndose con suficiente espacio pa dar vueltas, siendo un elemento participativo de la actividad–.

 

Entonces, vino MTV... y se hizo imperativo que los artistas fueran otras cosas independientemente de sus cualidades como músicos. Ahora y más que nunca pa’ triunfar en la música popular había que ser un símbolo sexual y el espectador fue relegado a un plano pasivo. Viene Madonna a ofrecernos un concierto, o Michael Jackson o quien fuera, gente que se conocía por hacer música apta para bailar, pero nos obligaron a permanecer en los asientos numerados de un estadio o de centro de bellas artes para disfrutar de un 'concierto' por div@s teatrales. LA MÚSICA NO ES CINE NI TEATRO. Antes de objetar mis planteamientos, vamos a acordarnos de actos como el de Milli Vanilli y otras grandes cogías de pendejo que fue lo que MTV nos vino a traer. 

Pero, les iba a hablar del show de Skrillex. Pues, hice la fila, unas mujeres masculinas me chequearon que no tuviera encima armas; tampoco podía entrar con drogas ni con cámaras profesionales... pero una vez adentro se sentía que por todas las esquinas estaban asando un pollo glaseado con VICKS, que es el snack favorito de todos en estos eventos musicales electrónicos con más de 10,000 personas, pero siendo la alternativa beber Coors Light o tragos pa’ más tarde tener que guiar, realmente los comprendo. Además, vi cámaras fotográficas que parecían cañones, así que los letreros de advertencia sólo servían para llenarle el ojo a las autoridades o a los sananos.

 

Había gente de todas las edades y hasta en familia... pues me pareció que en esa noche se concebirían muchos niños, a juzgar por los espectáculos físicos de twister entre parejas jóvenes que presencié. Créanlo o no, me sentí feliz por eso de que la vida continuaría a ritmo de electrónica. Y la violencia también, pues allí en el tumulto de gente, donde fui a parar pues aún me creo joven, se formó una pelea entre un tipo y una tipa a la que sacaron casi halándola por el cuello. Su indignación para con quien la ofendió transgredía las advertencias de seguridad dichas desde el escenario por alguien preocupado por el arremolinamiento salvaje de fans. Sabrán que si se te caía el teléfono y te agachabas para recogerlo, era sentencia de muerte pues te iban a caminar por encima.

Además de ir a bailar y a ver gente pavonearse, voy a estos espectáculos principalmente a examinar la gesta de los artistas. Tengo una idea de cómo es que ellos hacen su música, pues he esta’o tras de platos también y sé par de cosas que me permiten determinar cuándo se equivocan o se les escapa un tiempito. Ahora, no sé porqué se había regado la idea de que este espectáculo sería uno de Dubstep, y sí lo hubo, pero escuché más Electro House.

Para que me entiendan, en la electrónica existen muchos géneros –no, LA ELECTRÓNICA NO SE LLAMA TECHNO el cual es sólo un sub género electrónico que no hubiera ido a escuchar por considerarlo insípido– cada uno de los cuales tiene sus reglas definidas. Me limito a indicar las diferencias de velocidad de los estilos presentados: hubo Dubstep que, según sus reglas, debe tener una velocidad de entre 138-142/145 golpes por minuto (bpm), es sincopado y se marca con una palmada al tercer tiempo; un chin de Drum and Bass, 160-180bpm pero clásicamente situado en los 170's; y mucho Electro House que es una evolución estilística del Disco y corre casi siempre a 128bpm.

 

Hacía poco había asistido a un buen espectáculo de Dubstep con Dirtyphonics el cual contó, además, con DJs del patio que creo que fueron avisados con 2 días de anticipación para ese evento porque sus mezclas fueron torturas sonoras... El asunto mejoró cuando presencié a Dirtyphonics, quienes son excelentes músicos y DJs que mezclaron en vivo sin ánimo de coger de pendejo a nadie. 

Así que hubo tres DJs en el show de Skrillex. Aunque, ellos hubieran creado y producido su propia música y la de otros que tocaron allí, la manera en la que la presentaron hace que los clasifique como DJs en vez de como músicos. Alvin Risk, Zedd y Skrillex mezclaron por alrededor de una hora con 15-30 minutos cada uno. Estuve muy contenta de haber llega’o a tiempo para ver a Alvin Risk, a quien no conocía, y en realidad que se la comió haciendo transiciones entre velocidades lejanas como ir de 172bpm a 110bpm y encajarla suavecito... súper WOW. No sabía que venía Zedd y tenía en agenda verlo pronto, mas para mi sorpresa fue el más aburrido de los tres, pues me pareció que tocaba una canción detrás de otra... y eso lo hago yo. NEXT!

Entonces vino Skrillex, con su look de nerdo con espejuelos gordos y camisa de rayas, a montarla con unas laptops y un mixer que no se veía. Aunque no necesitaba verlo mientras observaba el movimiento de sus brazos, me imaginé que las computadoras portátiles estaban conectadas a los platos y éstos al mixer y que en cada plato habría un disco virtual, unos de esos que te permiten tocar música virtual desde tu computadora controlándola desde los platos con discos vacíos...? ...yo aquí tripeando. Y no traía audífonos visibles o es que tenía las bocinas monitores que no alcancé a ver. (De hecho, siempre me pregunté si los platillos a ambos lados del equipo usado por Alvin Risk y Zedd eran los monitores, pues ellos tampoco traían audífonos visibles). O es que todos sus tracksestaban previamente mezclados y utilizaba el mixer sólo para enfatizar la profundidad del bajo o bregar con la sampleadora o algo así.

De haber usado un programa en su computadora, como Tracktor o Virtual DJ, entiendo que se puede ver la música con diagrama de onda sonora y, en teoría, se puede mezclar sin audífonos. Pero, al tomar en cuenta la complejidad de sus mezclas debería creer que el tipo será capaz de combinar cerebro con rapidez sin meter la pata a cada rato. Pero ná’, esperé hasta que tocaran mis canciones favoritas a ver cómo me elevaba. El asunto es que “Weekends (Zedd Remix)”, ejecutada por Zedd, llegó a sonar vacía porque me acostumbré a mezclarla con otras cosas para realzar sus valores tonales y oírla plain me sonó a pista de karaoke; y escuchar “Kill Everybody” por Skrillex en un medley con otras incluyendo “Rock n Roll (Will Take You to the Mountain)” no me la hizo. Coño, mis canciones favoritas empatás en un medley expreso, música que al menos merecía un trato especial... :-(  Al menos “Kill Everybody”, pues para mí se ha convertido en el himno secreto de la realidad puertorriqueña actual, es la canción que tarareo mientras leo cómo sube la cifra de asesinatos día tras día: “I want to KILL EVERYBODY in the world, owee owee ooh, I want to eat your heart”... precioso.

 

No, no odio a Skrillex, no podría odiarlo ni aunque pensara que me hubiera cogío de pendeja con este show (no puedo esperar mucha innovación de alguien a quien explotan con una cantidad considerable de shows anuales), ni tras analizarlo y comprender su salto de la composición de canciones a la mezcla de música. Total, yo hice lo mismo.

Hace un par de décadas componía canciones y me trepaba por ahí a cantarlas. No tenía la mejor voz del mundo y ocasionalmente me daban ataques de tos en el escenario. Acabé igual que el tipo éste, mezclando música y reinventando tracks pa’l que quiera bailarlos. Pero, como soy una satanista rebelde, tampoco me pensé obligada a quedarme gravitando sobre ciertos géneros perdidos en el tiempo porque, en lo personal, es indispensable adaptarme al aquí y ahora en vez de aferrarme al pasado. Es eso lo que retarda la vejez: no insistir en regodearme con música de los 80's. Se camina pa'lante, compay. ¿Me odiarás por eso? -shruggs- No me importa. Este de’o es pa’ti :-)

Lista de imágenes:

1. Skrillex en Puerto Rico.
2. Anton LaVey.
3. Skrillex. (Foto por Frank W. Ockenfels)
 

 

Categoría