Era
una silueta encorvada en su abrigo,
un sauce en el viento.
Su maleta a mis pies,
la mirada me atraviesa sin verme.
El amor es una puerta abierta —me digo y cierro los ojos.
deja que te tome ese recuerdo prestado,
deja que lo cuente yo, como si ya fuera mío,
Di un paseo extraordinario,
increíble en sus sentidos,
de un olvido casi perfecto.
Cuando me siento vacilar en ti, me quito.
Visito mis islas.
Sus habitantes.
Un paseo extraordinario.
deja que lo diga yo,
casi casi lo he vivido,
deja que te tome ese recuerdo prestado,
Con ella, el mar era solo un reflejo líquido del cielo;
un cielo que aún no se evapora,
un cielo en el que se puede nadar.
Con ella hacía aparecer islas,
montes hinchados.
pues no tengo recuerdos,
pues no tengo memoria,
El cotidiano fabrica en la persona amada una especie de
cartografía personal de su belleza.
Hasta que la piel funde
deja robarte las memorias que me harán vivir...[1]
Un camino entretenido sin pasión, pero con suficiente firmeza
para saber dónde poner el pie
sin triturarse de filosofía.
Notas:
[1] Café Tacuba, "Recuerdo", álbum Cuatro Caminos.
Lista de imágenes:
1. Darren Moore
2. Steve Landeros