1. Es imposible que un artista se copie a sí mismo.
2. Ningún artista puede escapar (aunque quiera, aunque se lo crea o imagine) a su tiempo.
3. Lo efímero no puede ser a priori: se hace una obra para que exista y dure lo que sea necesario; hacer una obra con el propósito de que se “esfume” es un acto fetichizante que responde a una moda: la ideología del “arte efímero”.
4. El que piense que el proceso es más importante que la obra final confunde el placer con lo sublime.
5. ¿Qué es lo híbrido? Aquello que es efecto y nada más.
6. ¿Qué es lo ecléctico? Aquello que piensa que es lo mejor de los distintos sistemas, estilos, etc., pero no posee el poder de ninguno de esos sistemas o estilos; lo ecléctico es otra forma de la falta del poder creativo, la originalidad o autenticidad bien entendida.
7. ¿Qué es lo sincrético? Aquello que incluye todo lo que constituye al sujeto sin que exista el complejo de culpa y el deseo infantilista de conformarse con el efecto de mezclas determinadas o aleatorias.
8. Tanto lo híbrido como lo ecléctico son signos de status que ayer eran peyorativos y hoy son moda.
9. ¿Qué es lo lúdico? Aquello que sucede diciendo las cosas que no se podían decir o aceptar de forma “seria” (directa?). En una modalidad comtempóranea (=ludismo teleológico), es una forma inofensiva de confundir lo sublime, lo perturbador, la libertad, la imaginación artística, con el mero entretenimiento, la obsesión por lo fascinante que lleva a una praxis de la frivolidad. Es decir, el juego sin riesgos verdaderos.
10. Si la obra del artista fuese igual a su ideología (a sus creencias, valores, representaciones), esa obra no sería un registro de las contradicciones y las tensiones entre el sujeto único-plural, la sociedad y el mundo ( el sentido de la existencia, la lucha y la vida, la consciencia y/vs. el mundo). Sería, en todo caso, una imposibilidad, ilusión de la homogeneidad/equivalencia del pensamiento y la acción, la percepción y lo percibido, etc.
11. Lo más importante no debería ser la exposición sino la obra. Es decir, no se trataría de privilegiar la evaluación crítica del conjunto (la temática, unidad, consistencia, instalación, curatoría, etc.) por encima de la obra sino en reconocer lo contrario.
12. Para mejor diferenciar, por ejemplo, una obra pictórica de la ideología-en-imágenes es pertinente una crítica de los términos lenguaje y discurso que pertenecen a la lingüística y no a la dialéctica interna o movimiento propio del arte. Pensamiento visual, o mejor, pensamiento simbólico iría más al grano.
13. Si especialidad no es igual a especificidad entonces habría que señalar que la diferencia es importante porque existe a pesar de su status momentáneo; y su existencia no dependerá de sus especialistas o expertos sino de la práctica y teorización de los artistas. Es un signo de salud reconocer la diferencia-especificidad de las diversas expresiones, categorías, géneros, etc., del arte así como entender lo general entre éstas: lo simbólico.
14. El resentimiento y la mezquindad hacen de la diferencia un mero status de valor.
15. Si el arte no es lo mismo que la vida, que la naturaleza (aunque hayan expresiones artísticas que se entremezclen con éstas), entonces no sería redundante hablar de obras de arte. De lo contrario, entonces sería tonto hablar de arte.
16. Tampoco es lo mismo el fin del arte como lo concibe una época, una clase social, una mentalidad específica, que la muerte del arte.
17. La creación, el pensamiento, el sentimiento, pero lo primordial es la creación, es decir, el arte, lo simbólico, como la relación catártica fundamental entre el pensar y el amar. El arte como la fuerza-poder imprescindible de la vida sin la cual la vida-humana sería sólo vegetal o racional-irracional.
18. Lo simbólico es aquello que une y separa simultáneamente el no-ser al ser, la vida y la muerte. En el arte, la distinción entre las antítesis y los contrarios se da de forma paradójica e irónica.
19. El arte supera a los artistas. La obra, a su ejecutor y a su estilo-modalidad-ideología-estética. La praxis del arte traspasa la ideología y la ciencia. El nihilismo del arte es más saludable que el de la ciencia. La transformación de la ciencia + la interpretación de la filosofía = a la interpretación transformadora del arte.
20. El arte surge de un cadáver que en el transcurso del proceso se va convirtiendo en el cadáver más próximo a la vida real. Las imágenes son muertos que nos recuerdan a los vivos; o cadáveres artísticos que nos recuerdan, nos hablan, nos autopsian, descifran, misterizan, a los muertos y a los vivos……aún.
21. O, el arte es la vida sobre la vida: A=V/V ó A=(Vx2) ó St qmt sry mic ecodt etronac.